Un Rapidín
con angel irra carceda
En serio, si la competencia por la Presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI fuera abierta a las bases, el señor Alejandro Bravo Abarca nada tendría que hacer en la contienda.
Vamos, estoy seguro que ni siquiera se hubiera atrevido a buscar la dirigencia del tricolor en Guerrero.
Se han observado las fotografías de sus encuentros con priistas en diversos municipios, durante el mes anterior y el actual.
Lo exhiben débil, sin respaldo de las bases. Y se proyecta así, también, al Partido Revolucionario Institucional en Guerrero.
Ya se perdió aquella efervescencia partidista.
El aspirante abiertamente lanzado por la dirigencia estatal del PRI no levanta. Sí, y eso que es el único.
Y, por si fuera poco, ese partido otrora poderoso es exhibido igualmente abandonado, sin aliento, como una pésima oposición en Guerrero.
Qué curioso. El PRI ofreció una gran batalla por la gubernatura en junio del año pasado.
Estuvo a casi nada de ganársela a Morena, y no logró por múltiples factores, entre estas las traiciones internas de la alianza con el PRD.
Y lo lógico en este proceso de renovación de la dirigencia estatal del PRI, salvo la mejor opinión de mis pocos pero leales lectores, sería que el ungido ahí, a la cabeza, fuera quien logró levantar al tricolor ante una desventaja descomunal.
Pero eso ya lo ha constatado el propio Alejandro Bravo Abarca en sus recorridos por los municipios. Se lo han hecho sentir.
Pero, bueno, visto está que responde a otros intereses. Muy alejados de las bases, por supuesto. (angelirracar@hotmail.com)