Maullidos Urbanos
Gato de Barrio
Aparentemente para el gobierno federal la pandemia por coronavirus ya es historia, al no existir en estos momentos estados en color rojo en el semáforo sanitario y apenas cuatro estados en naranja, nueve en amarillo y 19 en verde, ya se reanudaron, aunque parcialmente las clases presenciales en gran parte del país y terminaron las conferencias vespertinas de prensa.
Incluso, el presidente Andrés Manuel López Obrador ya reanudó sus giras oficiales y en su traslado de Cruz Grande, Guerrero, a Pinotepa Nacional, Oaxaca, en lugar de las tres horas programadas se tardó cinco, debido a que se detuvo al menos veinte veces para mantener cercanía personal con diferentes pobladores.
Esos acercamientos se realizaron sin cumplir los protocolos de las medidas sanitarias, ya que ni el presidente, sus ayudantes y las personas que se le acercaban ni siquiera portaban cubrebocas. Por ello, López Obrador admitió: ’Me dio muchísimo gusto hablar de nuevo, como lo hacíamos antes de la pandemia, con más cercanía y con cuidado’, según se justificó.
Si bien los números de contagios y de fallecimientos por coronavirus se han mantenido en descenso, según cifras oficiales, por al menos veinte semanas, de ninguna manera se puede considerar que ya fue superada la pandemia.
En el pasado viernes al concluir el pasado viernes su conferencia de prensa 450, la última realizada desde el Salón Tesorería de Palacio Nacional, el doctor Hugo López Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud fue festejado como si hubiese concluido exitosamente su misión de haber controlado y terminado con el coronavirus.
Nada más alejado de la realidad ya que en lugar de cumplir con su responsabilidad de informar objetivamente a la población de la realidad de la enfermedad, prefirió quedar bien con el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien respaldo en sus ideas y políticas para atacar la enfermedad y él lucir más como un rockstar que un profesional médico.
Dos ejemplos: el constante rechazo del uso del cubrebocas por considerarlo inútil y el cálculo de fallecimientos, ya que para López Gatell llegar a 60 mil muertes sería una catástrofe cuando oficialmente son más de 230 mil y extraoficialmente serían aproximadamente 600 mil.
La terca realidad indica que falta mucho para vacunar a la población mayor de 18 años, siguen los contagios y un hecho que debía reconsiderarse: el regreso a las clases presenciales. Tan solo en la Ciudad de México se confirmaron al menos tres casos. Aparentemente para el gobierno federal la pandemia ya es historia y ahora debemos regresar a la antigua normalidad.