Como parte de las modificaciones hechas a la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), el pleno de la Cámara de Diputados avaló gravar los sueros orales y bebidas electrolíticas con azúcares añadidos o edulcorantes con 3.08 pesos por litro a partir del 1 de enero del 2026.
No obstante, quedarán exentos de este pago aquellos sueros orales que contengan exclusivamente las siguientes sustancias: glucosa anhidra, cloruro de sodio, cloruro de potasio y citrato trisódico; es decir, los que tengan la fórmula que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido para las Sales de Rehidratación Oral (SRO).
Para justificar este impuesto, los diputados indicaron que se buscan mejores prácticas en materia de salud, derivado de que se ha observado un uso excesivo е inapropiado en el consumo de sueros orales con y sin registro sanitario, ya que en el caso de sueros orales no es requisito si cuentan o no con registro sanitario de medicamento para su venta.
También aseguraron que no es conveniente la excesiva ingesta del suero oral, ya que, en ciertos casos, como en pacientes con vómitos persistentes, íleo o shock no son candidatos adecuados para terapia de rehidratación oral pues en ellos la administración excesiva de dichos sueros puede agravar la condición clínica.
Para la académica Mariana Valdés Moreno, jefa de la licenciatura de Nutriología, de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM, este tipo de bebidas solo se recomiendan ante pérdidas importantes de líquidos, como diarrea, vómito o fiebre, no en cualquier caso.
El mal uso, advierte, puede tener consecuencias invisibles pero graves: ’una persona con hipertensión arterial o diabetes podría agravar su condición. Estas bebidas tienen sales y azúcares diseñados para casos clínicos específicos. En alguien sano, son un exceso que desbalancea los minerales del cuerpo.’
Sobre las versiones sin azúcar, la especialista de la UNAM advierte que los fabricantes están dando información a medias, debido a que los minerales que contienen estos productos necesitan azúcar para entrar a la célula; sin ella, el producto pierde su función, dice.
La razón por la cual los sueros tienen esta fórmula específicamente es para permitir los procesos celulares, para mantener el agua al interior de las células y entre las células, tienen una razón de ser sus fórmulas. Para que estos minerales de los que yo te hablaba y que tienen todos estos productos puedan entrar a la célula, requieren a la glucosa, requieren azúcar.
Las bebidas con electrolitos viven un boom en México. En farmacias, Oxxo o tienditas de la esquina, marcas como Suerox o Electrolit han ganado un espacio privilegiado en anaqueles y refrigeradores. Algunos las toman por recomendación médica, otros como remedio para la resaca. Pero detrás del color de las botellas, el gobierno quiere aplicar impuestos a un negocio que ha crecido a doble dígito durante los últimos años.
El 24 de septiembre, la batalla fiscal por los electrólitos llegó a la Cámara de Diputados, durante la comparecencia del secretario de Hacienda, Édgar Amador Zamora. Pues se trata de un mercado que ha crecido incluso más que el agua embotellada. Tan solo en 2024, la producción nacional de este tipo de bebidas fue de 582 millones de litros.
El pasado 14 de octubre, la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados aprobó un gravamen a los sueros que no tengan las sustancias recomendadas por la Organización Mundial de la Salud: glucosa anhidra, cloruro de sodio, cloruro de potasio y citrato trisódico.
Es decir, marcas como Electrolit y Suerox tendrían que pagar IEPS en 2026 si conservan su fórmula actual.
Inicialmente, legisladores del Partido Verde y del Partido del Trabajo buscaban imponer IVA (Impuesto al Valor Agregado) y IEPS (Impuesto especial Sobre Producción y Servicios) a estos productos, bajo el argumento de que muchos contienen azúcar y se venden sin restricción médica, mercado donde los principales jugadores son la farmacéutica PiSA y Genomma Lab del empresario Rodrigo Herrera.
El caso de Electrolit es muy puntual. Tiene 3.5% más azúcar que otras bebidas. En Estados Unidos paga impuestos. Y aquí en México no paga ni IVA ni IEPS. Con eso, podemos generar más de 5 mil millones de pesos de manera estratégica y fortalecer al sector salud, dijo José Antonio López Ruíz, diputado del Partido del Trabajo (PT) en septiembre pasado.
Las bancadas del Verde y el PT presentaron en septiembre una iniciativa para gravar los electrolitos orales comerciales con IVA y IEPS para el ejercicio fiscal 2026, con la expectativa de recaudar al menos 5,000 millones de pesos (mdp) anuales. La propuesta plantea reclasificar estos productos —actualmente considerados medicamentos— como bebidas saborizadas, sujetas a impuestos y sellos de advertencia nutricional.
La propuesta busca aumentar el impuesto especial sobre bebidas saborizadas a 3.0818 pesos por litro (desde 1.65 pesos), y ampliar su alcance al incluir productos que contengan cualquier tipo de edulcorante no calórico.
El negocio detrás de estas bebidas se ha expandido de forma vertiginosa. De acuerdo con datos del Inegi, la producción nacional de soluciones electrolíticas, glucosadas y con nutrientes pasó de 402 millones de litros en 2018 a 582 millones en 2024, un crecimiento acumulado de 44.8%. En valor, las ventas se elevaron de 7,432 millones a 9,048 millones de pesos, un aumento de 21.8%.