El pasado 4 de mayo, el "Calpulli In Ixtli In Yollotl" llevó a cabo una significativa ceremonia de siembra de nombre, honrando la ancestral tradición Tolteca-Akolhua-Chichimeca*. En un acto lleno de solemnidad y respeto, los integrantes reafirmaron su compromiso con el legado de sus abuelos, fortaleciendo así la identidad y continuidad de sus raíces.
El majestuoso cerro Tezcutzingo, testigo de la historia y la herencia cultural, fue el escenario donde hombres y mujeres, guiados por el deseo de preservar sus tradiciones, realizaron el esfuerzo necesario para seguir esta disciplina. La ceremonia se convirtió en un espacio de conexión con los ancestros y con la esencia de Nezahualcóyotl, cuya sangre y linaje aún perviven en el pueblo de Texcoco.
Ahora, el Calpulli se prepara para la siguiente celebración: la sagrada ceremonia de Atzatziliztli, una petición de lluvia que se llevará a cabo el próximo 11 de mayo al filo del mediodía. El ritual tendrá lugar en la parcela de Pablo Pérez, antes de llegar al Pozo El Milagro, y reunirá nuevamente a los guardianes de esta tradición para solicitar el favor de la naturaleza y continuar con la veneración de la tierra.
Con estas ceremonias, la comunidad reafirma su misión de preservar la riqueza cultural y espiritual de los pueblos originarios, fortaleciendo los lazos con la historia y proyectando su legado hacia las futuras generaciones.