Entre enero y septiembre del presente año México alcanzó un superávit récord en su balanza comercial automotriz con Estados Unidos, ascendiendo a 103,977 millones de dólares, según datos del Departamento de Comercio de EE.UU.
A excepción del año 2020, que fue el más afectado por la pandemia de Covid-19, este superávit ha ido en aumento año tras año durante la última década. En el periodo mencionado, se registró por primera vez un saldo positivo que superó la barrera de los 100,000 millones de dólares.
El Consejo de Política Automotriz Estadounidense (AAPC, por sus siglas en inglés) indicó en una carta reciente al Departamento de Comercio que, dado el alto nivel de contenido estadounidense en la producción de vehículos en México y Canadá, los déficits reales fueron notablemente menores.
El AAPC representa los intereses de política pública de importantes fabricantes de automóviles estadounidenses como Ford Motor Company, General Motors Company y Stellantis.
En la misma carta, el AAPC resaltó que ’pocas políticas han tenido un impacto tan significativo en nuestra industria y, particularmente, en los fabricantes de automóviles estadounidenses, como la serie de acuerdos de libre comercio entre Estados Unidos, Canadá y México que se han consolidado en el marco del T-MEC’.
’De todos modos, dado que la producción de vehículos en México y Canadá tiene niveles tan altos de contenido estadounidense (35% y 50% de contenido estadounidense respectivamente), los déficits reales fueron sustancialmente menores de todos modos’, ponderó. Considerando los tres primeros trimestres de cada año, las exportaciones automotrices de México al mercado estadounidense pasaron de 72,048 millones de dólares en 2014 a 137,068 millones en 2024.
Al revés, las exportaciones de Estados Unidos al mercado mexicano subieron de 25,784 millones de dólares en 2014 a 33,091 millones de dólares.
La IRA de 2022 destina unos 380,000 millones de dólares a incentivos fiscales y otros apoyos relacionados con la energía limpia y el cambio climático. Esto incluye créditos fiscales para la producción de energía renovable, incentivos para la compra de vehículos eléctricos y otros subsidios que fomentan la transición hacia una economía más sostenible.
En los últimos dos años, las empresas anunciaron 133,000 millones de dólares en nuevas inversiones en energía limpia y fabricación de tecnología para vehículos en Estados Unidos, un aumento de 52% con respecto a los dos años anteriores. Con información de EL ECONOMISTA