La Dirección General de Sanidad de Dinamarca suspendió este miércoles de forma definitiva la vacuna de AstraZeneca contra la COVID-19, paralizada desde hace un mes, al considerar que hay una conexión probable entre esta y los casos anómalos de trombosis, que hay suficientes vacunas en el mercado y la situación epidémica en este país está controlada.
En un comunicado, el director de la Junta Nacional de Salud del país nórdico, Søren Brostrøm, dijo: "Si Dinamarca estuviera en una situación completamente diferente y en medio de un tercer brote violento, por ejemplo... entonces no dudaría en usar la vacuna", aunque destacó que la vacuna es segura y eficaz.
El 7 de abril, la Agencia Europea de Medicamentos clasificó los coágulos como un efecto secundario "muy raro".
La suspensión de AstraZeneca, provocará un retraso de varias semanas en el calendario de vacunación de este país nórdico, que pretendía tener inmunizada a toda su población a finales de julio.