’El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido’


Si somos caritativos con el prójimo, el Señor nos lo recompensará.

| | Desde guerrerohabla.com
’El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido’
Religión
Agosto 20, 2021 23:39 hrs.
Religión ›
Agencia de noticias Plata Pura › guerrerohabla.com

La Palabra de Dios

Memoria de San Pío, Papa

Lectura I
Rut 2, 1-3. 8-11; 4, 13-17
Tenía Noemí, por parte de su marido, Elimélek, un pariente de muy buena posición, llamado Booz.

Rut, la moabita, le dijo a Noemí: ’Déjame ir a un campo en donde el dueño me permita recoger las espigas que se les caigan a los segadores’. Ella le respondió: ’Ve, Hija mía’. Fue Rut y se puso a recoger espigas detrás de los segadores en un campo, que para suerte de ella, pertenecía a Booz, el de la familia de Elimélek.

Booz le dijo a Rut: ’Escucha, hija mía. No vayas a recoger espigas en otros campos ni te alejes de aquí; quédate junto a mis espigadoras y síguelas por donde ellas vayan recolectando. Ya les dije a mis segadores que no te molesten. Si tienes sed, ve a donde están las vasijas y bebe del agua dispuesta para los trabajadores’.

Ella se postró ante él y le dijo: ’¿Por qué me tratas con tanta benevolencia y te fijas en mí, que no soy más que una extranjera?’ Booz le respondió: ’Me han contado todo lo que, después de la muerte de tu marido, has hecho por tu suegra: cómo has renunciado a tu padre y a tu madre y a la tierra en que naciste, y has venido a vivir entre gente que no conocías’.

Después de algún tiempo, Booz se casó con Rut, se unió a ella y el Señor hizo que Rut concibiera y diera a luz un niño. Las mujeres le dijeron a Noemí: ’Bendito sea el Señor, que no ha permitido que le faltara a tu difunto esposo un heredero para perpetuar su nombre en Israel. Este niño será tu consuelo y el apoyo en tu vejez, porque te lo ha dado a luz tu nuera, que tanto te quiere y que es para ti mejor que siete hijos’. Noemí tomó al niño, lo puso en su regazo y se encargó de criarlo. Las vecinas felicitaban a Noemí, diciendo: ’Le ha nacido un hijo a Noemí’, y le pusieron por nombre Obed. Este es el padre de Jesé, padre de David.
Palabra de Dios
Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial
Del Salmo 127
R. (4) Dichoso el hombre que teme al Señor.
Dichoso el hombre que teme al Señor
y sigue sus caminos:
comerá del fruto de su trabajo,
será dichoso, le irá bien.
R. Dichoso el hombre que teme al Señor.
Su mujer, como vid fecunda,
en medio de su casa;
sus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de su mesa.
R. Dichoso el hombre que teme al Señor.
Esta es la bendición del hombre que teme al Señor.
’Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida.
R. Dichoso el hombre que teme al Señor.


Aclamación antes del Evangelio
Cfr Mt 23, 9. 10
R. Aleluya, aleluya.
Su Maestro es uno solo, Cristo,
y su Padre es uno solo, el del cielo, dice el Señor.
R. Aleluya.


Evangelio
Mt 23, 1-12
En aquel tiempo, Jesús dijo a las multitudes y a sus discípulos: ’En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan, pues, todo lo que les digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los llame ‘maestros’.

Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen ‘maestros’, porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra lo llamen ‘padre’, porque el Padre de ustedes es sólo el Padre celestial. No se dejen llamar ‘guías’, porque el guía de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido’.
Palabra del Señor
Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión del Evangelio de hoy

’No vayas a otros campos a espigar, quédate aquí y sigue a mis criadas’
En esta frase vemos la llamada de Dios a seguirle.

’No vayas a otros campos hija’. Luego viene la respuesta por nuestra parte de seguir al Señor como la fiel Rut.

Rut dijo: ’yo soy una forastera, ¿por qué te he caído en gracia y te has interesado por mí?’, ’Me han contado todo lo que hiciste por tu suegra, que dejaste a tus padres y tu pueblo natal y has venido a vivir con un pueblo que no conocías’.

Por la caridad de Rut, el Señor la bendijo haciéndola un miembro más de la familia de Boaz, de extranjera pasó a ser miembro del pueblo elegido, tanto que Dios le dio un hijo al que puso el nombre de Obed, fue el padre de Jesé, padre de David. Rut entra por tanto en la genealogía de Jesucristo, como una de las mujeres que el Señor puso ahí para hacer de la historia de Israel una historia universal de salvación.

Si somos caritativos con el prójimo, el Señor nos lo recompensará.

Esta es la bendición del hombre que teme al Señor. Podemos rezar al Señor con el salmo como Iglesia doméstica para darle gracias por todas las bendiciones que recibimos cada día de su bondad en torno a la mesa del Señor.

’El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido’
El texto del Evangelio de hoy es un ataque durísimo a los escribas y fariseos. Se trata de los reproches que hacía Jesús a los dirigentes espirituales de su pueblo. Los escribas eran los docentes de la Ley, de gran influencia en la sociedad. Los fariseos defensores entusiastas e intransigentes de la Ley. La Ley era intangible para ellos.

Pero ellos no hacían lo que decían, no eran fieles a la doctrina que enseñaban y no vivían sobrenaturalmente. La persona que hace las cosas con miras humanas para que la vea la gente, está totalmente vacía. Nuestras actuaciones tienen que ser sobrenaturales, deseando agradar en todo a Dios, también a nuestros hermanos.

Los escribas y fariseos se creían superiores a todos porque creían que cumplían la Ley a la perfección. Nosotros no tenemos que creernos superiores a los demás, sino siervos para ayudarles en todas sus necesidades. No nos creamos por encima de los demás porque servimos al Señor y le seguimos.

Necesitamos purificar el corazón con la palabra de Dios, con la respuesta que se le da desde la fe o desde la obediencia de la fe. Nos lo dice muy claro la palabra de Dios: ’el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido’. ¿Estamos dispuestos a ser los últimos ante los ojos de Dios y de los hombres?

Dominicas de Daroca
Monasterio de Nuestra Señora del Rosario - Daroca

Ver nota completa...

Escríbe al autor

Escribe un comentario directo al autor

’El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido’

Éste sitio web usa cookies con fines publicitarios, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de uso de cookies.