Ante el incremento anual del 12% al salario mínimo para este año, alcanzando alrededor de 8mil 475 pesos al mes, se movieron los tabuladores de las empresas, encontrándose empatados el salario mínimo con el ingreso de los oficinistas.
Debido a la política de recuperación salarial iniciada durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y que continuará bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum, los aumentos salariales se están acercando al nivel de entrada.
Esto significa que algunos puestos están alcanzando o igualando el salario mínimo.
Claudia Rodríguez, líder de Productos de Carrera para Mercer México, señala que las empresas están preocupadas por los puestos operativos, donde han tenido que aplicar estrategias para evitar que los salarios se superpongan con el salario mínimo.
Según las encuestas de remuneración de Mercer, los sueldos más cercanos al salario mínimo se encuentran en puestos operativos de oficina, administrativos, de mantenimiento o limpieza, y especialmente en el sector de retail o de comida rápida.
En promedio, un puesto con estas características percibe alrededor de 10,241 pesos este año, lo que representa una diferencia de aproximadamente el 20% con respecto al salario mínimo de 8,475 pesos.
La situación en la frontera, donde el salario mínimo es de alrededor de 12,764 pesos mensuales, y el promedio que se gana en esas posiciones que ya se mencionó es de 12,964 pesos, ahí sí la brecha es mucho menor, dice, de alrededor de 3 por ciento.
Comenta que en esa zona la estrategia de las empresas es muy distinta, que por una parte es la actualización de sus estructuras salariales de esas posiciones, así como incrementos del alrededor de 10% para evitar el empalme.
’Y aquí estamos viendo la prevalencia de otorgar bonos de productividad a corto plazo, es decir, a tres meses, cuando antes se veían a un año, incluso algunos lo están haciendo mensual o trimestral, con el objetivo de ser más competitivos’, refiere.
Para Luis Peña, socio del área de People Advisory Services en EY México, el salario mínimo pasó de ser una referencia económica para alcanzar no sólo posiciones de entrada sino medias.
’Las posiciones de rango medio, pues podemos hablar de personas que están ejecutando un proyecto administrativo en planta, algunos supervisores y técnicos especializados. Lo que es una realidad es que al menos con la información que tenemos hasta la fecha no tenemos evidencias suficientes para confirmar que hayan sido alcanzados, pero la brecha definitivamente se acortó muchísimo’, dice.
Considera que antes una persona con salario de entrada, comparada con rangos más altos, tenía una diferencia de hasta dos veces en su remuneración. ’Hoy lo que estamos viendo, incluso al buscar vacantes en internet, que hay posiciones a nivel supervisión o especialistas técnicos a los que el salario mínimo los alcanzará’, explica.
En ese sentido, opina que esta situación puede pegar a la retención de las empresas, porque al estar cerca de salario mínimo, la carrera salarial ya no será atractiva para los colaboradores, es decir, aspirar al siguiente puesto que va a venir lleno o cargado de nuevas responsabilidades.
’Entonces, es ahí donde está el verdadero reto, hacer una revisión de los tabuladores y, aprovechando que ya se tiene una reforma constitucional en ese sentido, hacerlo con perspectiva de género’, recomienda.
Dice que además de buscar que se garantice que dentro de la estructura salarial siga siendo atractivo tomar retos, se retomen también ofertas más atractivas, con total flexibilidad. ’Entonces, pues hay que empezar a hacer un estudio de todos nuestros valores agregados’. EL ECONOMISTA