Maullidos Urbanos
Gato de Barrio
Sin duda la National Football League (NFL) no solo es una organización deportiva sino que es una gran empresa comercial que, de acuerdo con lo sucedido el pasado domingo 11 de febrero, cuando se celebró el Súper Tazón LVIII rompió varios récords de audiencia y comerciales que sin duda solamente podrán ser superados en el mismo evento pero del próximo año.
Varios factores que se conjugaron para que el partido donde los Jefes de Kansas City le ganaran a los 49´s de San Francisco en tiempo extra por 25-22, en el el Allegiant Stadium de Las Vegas, se implantara una nueva marca en ratings para ser visto por más de 123.4 millones de espectadores en todo el mundo, tanto en televisión como en streaming, para ser el espectáculo más visto en la historia reciente.
Comparado con el Super Bowl LVII, jugado el año pasado en el State Farm Stadium de Arizona, donde Kansas City se impuso en esa ocasión a las Águilas de Philadelphia por 38-35, donde la cantante embarazada Rihanna fue la responsable del espectáculo de medio tiempo, se impuso una marca de 114 millones de espectadores, es decir ahora creció 7%.
En esta ocasión, además del espectáculo del cantante Usher, debe precisarse que existió una especial atención por la presencia de la cantante Taylor Swift, novia de Travis Kelce, ala cerrada de los Jefes, quien un día antes viajó desde Japón, donde terminó su serie de conciertos titulados ’The Eras Tour’, para estar presente en el partido,
Además, el Super Bowl LVIII fue uno de mejor vendidos ya que desde noviembre todos los espacios publicitarios para todo el partido estaban totalmente vendidos y, por 30 segundos de espacio durante la transmisión, su costo era superior a los siete millones de dólares.
Respecto al caso de los boletos su valor inicial iba desde los once mil 250 dólares hasta los 44 mil 500 dólares, es decir desde 192 mil pesos hasta los 760 mil pesos, valor que se elevó sensiblemente en la reventa.
Y por si lo ignoraba, los artistas del espectáculo de medio tiempo no cobran, pero les sirve para una gran promoción por la cantidad de espectadores que siguen el súper bowl.
En fin, como se mencionó antes la NFL es toda una organización de mercadotecnia muy bien organizada y aceitada, los números positivos resultan evidentes. Aunque en menor proporción también se genera este tipo de espectáculos profesionales en el basquetbol y el beisbol (NBA y MLB, respectivamente). ¿No sería conveniente que los empresarios deportivos mexicanos revisaran esas estrategias para intentarlas aplicarlas en el país?
De suceder, se incrementaría la calidad del espectáculo en el futbol y beisbol profesional, los deportes de más populares en el país, así como en el basquetbol, americano y, recientemente, futbol y softbol femenil, lo cual no solo lo agradecerían los aficionados, también redituarían mejores ingresos económicos a sus organizadores.
Totalmente un círculo virtuoso, pero difícil de concretar.