Opinión
Raúl De La Rosa
Hace 5 meses, más o menos, se verificó la Cumbre de Creatividad en la Educación organizada por OCDE, en conjunto con el Instituto Global de Pensamiento Creativo (GIoCT), que busca proporcionar una plataforma para el debate y la acción relacionados con la creatividad en y para la educación. Es una cumbre anual (desde el año 2000) que a partir del año 2019, reune a educadores e investigadores en creatividad de todo el mundo para discutir las tendencias y enfoques del pensamiento creativo y el desarrollo de la creatividad en las escuelas. También reúne a líderes de escuelas, universidades, institutos de investigación y la industria para discutir temas clave en el pensamiento creativo para la educación y la innovación. En 2023 se celebró con un enfoque en el liderazgo del pensamiento creativo y el nuevo programa de Aprendizaje Profesional sobre Pensamiento Creativo (PLCT) de la OCDE, que es una iniciativa que busca mejorar la enseñanza de habilidades de pensamiento creativo en escuelas de todo el mundo. Con la misión de capacitar a educadores y estudiantes para que prosperen en la era de la creatividad y la innovación. Reunió a 150 líderes educativos, formuladores de políticas, académicos y ONGs en persona de varias ciudades, además de 1000 asistentes en línea, para discutir y debatir rigurosamente sobre los temas compartidos en materia de creatividad en educación.
¿Y no es tardío el asunto o por qué salió a relucir? Pues porque el 21 de Abril es el Día Mundial de la Creatividad y la Innovación... ¿Y eso qué?... Pues siempre es bueno saber o recordar cuál es el lugar de México en creatividad e innovación. La OCDE -compuesta por 37 Estados, entre ellos México- nos dice el lugar que ocupa México en el informe ‘La Perspectiva de la ciencia, la tecnología y la innovación en 2021’, dentro del cual México ocupa el lugar 29 de 37; es decir, estamos en los últimos lugares de la lista.
¿Qué, qué, qué...? ¿Pero cómo, por qué?
En concreto, el Informe de la OCDE nos habla de "incertidumbre" respecto a la financiación a largo plazo de la investigación una vez que pasó la emergencia inmediata (Covid-19) puesto que se reasignaron importantes recursos hacia campos de investigación que fueron relevantes para la crisis (Pandemia) pero en detrimento de otras áreas de las ciencias. El gobierno mexicano y las famélicas entidades financiadoras de la investigación debieron de haber definido y comunicado rápidamente sus capacidades para apoyar la investigación en los próximos años, así como sus prioridades estratégicas, a fin de fomentar la cooperación y la colaboración, evitar duplicaciones innecesarias e identificar espacios oscuros donde se necesita investigación, pero no se está llevando a cabo.
Y para todo ello la OCDE empezó valorando y analizando los datos que cada país arroja como resultado de sus políticas públicas en materia de ciencia y tecnología, de creatividad e innovación . Y como es obvio, México está en los últimos lugares... Cosas de México y su sociedad...