Mientras ’La Quila’, la destartalada barca del capitán Frank Wolff (Dwayne Johnson), se adentra en lo profundo del peligroso Amazonas con la científica Lily Houghton (Emily Blunt) a bordo, suenan las notas de ’Nothing Else Matters’.
Que un clásico de Metallica, aquí reimaginado, aparezca en una película de Disney, como Jungle Cruise, puede hacer levantar la ceja a algunos, pero para los protagonistas se trata de un dueto comprensible.
A fin de cuentas, el filme, inspirado en la atracción homónima de Disneyland, radica en cómo la confianza es esencial para superar los desafíos, lo mismo que la canción escrita por James Hetfield y Lars Ulrich.
’Sí, es una película de Disney y es inspiradora, pero tiene estilo, tiene actitud, tiene cosas cool. Y la canción de Metallica… la música representa la película’, dice en entrevista Blunt.
’Metallica es una de las mejores bandas, para algunos la mejor, de todos los tiempos. Lars es muy amigo de Sean Bailey, presidente de producción de Disney. Sean le preguntó si les interesaría crear una canción y llegaron con la propuesta de una versión de ‘Nothing Else Matters’. Eleva la película, le da una sensación de distinción, de filo…’, opina, por su parte, Johnson.
A estrenarse este jueves en cines y el viernes en Disney Plus (Premier Access), Jungle Cruise pretende recoger la estela de Piratas del Caribe como una atracción de Disneyland que saltó con éxito a la pantalla grande.
’Hay una gran responsabilidad y motivación y presión’, admite el también productor, conocido como ’La Roca’.
El juego, que simula emocionantes exploraciones fluviales, es uno de los más icónicos dentro de la mitología de la compañía, al lado de ’La Mansión Embrujada’, ’Space Mountain’ y ’Piratas del Caribe’.
’Fue el bebé de Walt Disney’, explica Johnson. ’En 1955, cuando el parque, fue inaugurado, Walt Disney fue el primer tripulante. Muchos de los que estaban ahí no sabían que él era el creador y la mente maestra detrás de Disney’.
El largometraje está ubicado en el Amazonas brasileño, a inicios del siglo 20, hasta donde Lili viaja para hallar las legendarias Lágrimas de la Luna, un árbol que, presuntamente, cura enfermedades y rompe maldiciones.