Israel casi en solitario, anualmente en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, vota al lado de Estados Unidos a favor de su contumaz y criminal embargo económico contra Cuba
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Se dice y se dice bien que nada es gratuito, todo está condicionado o compensado y, lo que es más grave en el campo de los criminales intereses geopolíticos, exacto todo está arreglado, correspondido y concertado.
Así como Israel, casi en solitario, anualmente en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, vota al lado de Estados Unidos a favor de su contumaz y criminal embargo económico contra Cuba, pequeño país territorial, pero de una grandeza en cuanto a la dignidad de su pueblo, Estados Unidos, sin poder ocultar sus dos caras o desvergonzado exhibe su doble moral al apoyar a Israel en su declarada guerra de exterminio contra Palestina y la franja de Gaza.
De esa doble moral, dan fe las informaciones tanto de los valientes colegas periodistas corresponsales de Guerra, como los propios que cubren sus fuentes tanto en territorio estadounidense como israelí.
Al mismo tiempo que caen del cielo, en suelo árabe la ayuda alimentaria de la gran potencia, esa nación prepotente proporciona continuamente todo el poder de fuego, es decir, municiones, armas, inclusive sofisticadas a Israel para alimentar esa conflagración desigual que tiene como propósito aniquilar a Palestina y Gaza en el intento de ese país de seguir robándose más territorios del oriente medio.
Algunos consideran a Israel como un Estado artificial, ya que se formó en 1948 sobre territorio palestino, lo que llevó al despojo de tierras de los lugareños árabes palestinos. Es decir, los aliados así lo dispusieron sin tomar en cuenta la opinión del mundo árabe, por esta misma carga histórica se argumenta que Israel no puede vivir en paz, afronta una guerra permanente y según algunos analistas tiene los días contados.
Nosotros, por el contrario, sostenemos que en las mesas de negociaciones se puede lograr la conciliación, la avenencia que lleve la tranquilidad a ese foco de guerra permanente en el Medio Oriente, que muchos consideran que puede prender la tercera y última guerra mundial, ¿cómo? empezando con el reconocimiento del Estado Palestino.
Por desgracia, esa doble moral la exhibe continuamente la gran potencia del norte; con el absurdo veto de que gozan las cinco potencias del mundo, Estados Unidos malogró nuevamente el reconocimiento y la integración como país a Palestina en la propia Organización de las Naciones Unidas.
Aparte de todo lo dicho, además ahora, el autonombrado país de las libertades y de los derechos humanos, reprime y arresta a los estudiantes universitarios que se manifiestan a favor de Palestina, movimiento que, a pesar de enfrentar a los uniformados antimotines, es decir a los émulos de los desaparecidos ’granaderos’ o ’halcones’ de México, continúa creciendo en Estados Unidos.
Esa nación de las dos caras o de la doble moral, tiene el descaro de sostener una ley para calificar anualmente, en franco y descarado intervencionismo a otras naciones, que según su medición o seudo análisis oficioso violan los derechos humanos.
Esa intromisión, instrucción o como se quiera llamarle, ahora la endereza contra México, contra nuestro país en pleno proceso electoral, exacto, Estados Unidos ve la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el propio. Lo grave, también, es que connacionales, por interés político electorales, aplaudan y apoyen esa manifiesta violación a la soberanía de las naciones.
Entiéndase, no es una organización regional o internacional la que emite el falló, es la soberbia de un país que sigue en la creencia rancia de que es ’el policía del mundo’, se abroga el papel de juez internacional, en base a su poderío económico y militar. ¡Qué asco!