Las ’transas’ de los Viggiano resumidas en 3 escándalos inmobiliarios


José Juan Viggiano, hermano de Carolina Viggiano Austria, enfrenta su campaña por el gobierno municipal de Tepehuacán bajo el ojo del huracán por bienes inmuebles que presentan diversas irregularidades

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Las ’transas’ de los Viggiano resumidas en 3 escándalos inmobiliarios
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Octubre 08, 2020 03:14 hrs.
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El exdiputado y exalcalde que nuevamente quiere la alcaldía de Tepehuacán de Guerrero José Juan Viggiano, hermano de la Secretaria General del PRI Carolina Viggiano Austria, enfrenta su campaña proselitista como nunca antes, bajo el escrutinio de la población que podría ponerle el pie a sus aspiraciones gracias a la difusión que en las ’benditas redes sociales’ se exhibe sobre el manejo de algunos de sus bienes inmuebles.

Son tres casos los que resumen el actuar de la ’dinastía’ que ha regenteado alcaldes durante seis décadas.

El edificio de la vergüenza



Ubicado en la cabecera de Tepehuacán y a unos 50 metros del palacio municipal, el edificio propiedad de Carolina Viggiano cobraba una renta mensual de 25 mil pesos por albergar oficinas del DIF Municipal, contrato que les fue revocado por el actual Concejo Municipal.

Una serie de irregularidades marcaron el convenio que les dejaba una nada despreciable renta mensual.

Primero porque el inmueble fue edificado en un terreno que tiene antecedentes de despojo, pues Carolina es señalada públicamente por su tío Francisco Javier Austria de habérselo quitado en contubernio con autoridades estatales que falsificaron documentos para dárselo "en propiedad". Después, porque en 2014 y con dinero público, siendo alcalde Hilario “Layo” Mendoza Benito -hoy asesor del candidato de Nueva Alianza-, el edificio se construyó con dinero público. En aquel año se dijo que se trataba de un bien propiedad del ayuntamiento para que no hubiera molestia por parte de los pobladores.

En tercer lugar, porque el inmueble resultó ser propiedad privada y en ese entonces se dijo que se “prestaba” al ayuntamiento como acto altruista; sin embargo, hoy se sabe que se pagaban 25 mil pesos mensuales para el espacio que arrendaban las autoridades locales, habiendo otros arrendatarios que también pagan sus aportaciones por el espacio.

Sobre el monto de la renta, el empresario Everardo Márquez señaló que para pagar 25 mil mensuales, el edificio debería estar valuado en al menos 5 millones de pesos, que es lo que el banco pagaría en intereses por dicha suma de dinero. Otras estimaciones revelan que para justificar dicha renta, el inmueble debería estar valuado en alrededor de 6 millones de pesos, toda vez que un arrendador vería devuelta su inversión al cabo de 20 años de rentas para después disfrutar del usufructo. El inmueble sin embargo, no costaría más de 1 millón de pesos al encontrarse en el segundo municipio con menos desarrollo de la entidad, incluso por debajo del IDH de la República del Congo según Naciones Unidas.

Además del PAMAR, existía un espacio adecuado como “comedor”, donde algunos operadores almorzaban, siendo un puñado de ellos ya adultos mayores. De igual forma se dijo que funcionaba como albergue y que tenía a 60 o 70 personas de la tercera edad, mismos que además de no caber, superan a la población total objetivo radicada en la cabecera, pues quienes viven en otras comunidades se quedan en su lugar de nacimiento.

Las antenas de Telcel



Cuatro antenas se contabilizan en el ayuntamiento por parte de Telcel para dar servicio de telefonía celular, ubicándose dos de ellas en terrenos ejidales de Zacualtipanito y Coyutla.

Fue en esta última comunidad donde siendo alcalde José Juan Viggiano -el mismo que hoy aspira a volver a la silla presidencial-, habrían recibido las rentas por parte de la empresa que ascendieron hasta 800 mil pesos.

La historia que los pobladores cuentan es que la empresa pagaba alrededor de 12 mil pesos mensuales por ocupar el espacio, sin enterarse los ejidatarios del pago. Quien supuestamente los recibía, Ignacio “Nacho” “N”, fue obligado a firmar unos documentos para que fuesen cobrados directamente por la dinastía. Al enterarse la comunidad del pago, mismo del que Nacho recibía una ínfima parte, fue atosigado para regresar el dinero hasta el punto que tomó su vida por mano propia.

La choza de El Barco que se habilitó como escuela



Con escasos 10 metros cuadrados, la escuela primaria que ofrece cursos matutinos de educación básica alberga a 14 alumnos en la comunidad El Barco en Tepehuacán. No es que se encuentre en una playa, sino que fue edificada con los materiales más económicos que se pudo encontrar.

El contar con dicho espacio para dar clases no tendría mayor trascendencia a no ser que las deplorables instalaciones eran del conocimiento de Carolina Viggiano, quien entre 2012 y 2015 estuvo a cargo del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), institución que precisamente destina recursos a zonas marginadas al interior del país.

No tuvo recursos para invertir en su natal Tepehuacán al frente de Conafe pero sí para gastar 307 millones 659.7 mil pesos en conceptos que nada tienen que ver con el Fomento Educativo para escuelas marginadas y que se encuentran en precariedad: destinó la millonaria cantidad a publicidad, transporte aéreo y camionetas de lujo como evidenciara este medio en una investigación especial de este medio.

Pero EANoticias no fueron los únicos.

Luis Carlos Plata publicó en Zócalo el artículo nombrado “La estafa maestra de Viggiano en Conafe”, por medio de la cual revela que la hoy secretaria general del PRI, bajo el mismo esquema de simulación de contratos, desvió de las escuelas rurales 228 millones 140 mil pesos solamente en 2014.

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