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Armando Fuentes Aguirre
Malbéne es un extraño teólogo. Ha dicho: ’Con frecuencia dudo de la teología, pero nunca he dudado de su personaje principal’.
Su más reciente artículo seguramente dará pábulo a sus críticos para acusarlo otra vez de heterodoxia. Dice en él:
’… Tener demasiada religión es peligroso, más peligroso aún que no tener ninguna religión. El exceso de religiosidad suele conducir a la soberbia, pues quien es excesivamente religioso se siente amigo personal de Dios, y mira a los demás como alejados de Él, si no es que como réprobos excluidos de la paternidad divina…’.
Concluye:
’… A Dios sólo se llega a través de nuestro prójimo. En amarlo y servirlo está el servir y amar a Dios. Lo demás es vana palabrería, teología vana’.
Quienes tachan a Malbéne de heterodoxo dejan de advertir que sus heterodoxias son absolutamente ortodoxas.
¡Hasta mañana!...