Chimalhuacán, Mex. - 12 de noviembre. - El Ayuntamiento de Chimalhuacán ha desatado polémica entre la población al anunciar la 2da Feria del Olivo y de la Aceituna, a celebrarse en el pueblo de Xochiaca los mismos días y en el mismo lugar donde, desde hace 15 años, el comité de productores de aceituna organiza la tradicional «Feria de la Aceituna». La decisión ha generado inconformidad entre los habitantes, quienes acusan a la administración municipal de querer apropiarse de un evento que pertenece al pueblo.
Los productores aceituneros y habitantes del municipio consideran esta acción como un ataque directo a su derecho de organizar una festividad que ha sido parte esencial de la identidad cultural de Chimalhuacán. La feria, que representa una importante fuente de ingresos para cientos de familias, es financiada y realizada de manera autónoma por los mismos productores, quienes exigen respeto a la tradición y apoyo para preservar este evento que resalta el trabajo de todo un año.
Críticas al gobierno municipal
La presidenta municipal, Xóchitl Flores Jiménez, ha sido duramente criticada no sólo por intentar imponer una feria paralela, sino también por el manejo de los recursos públicos en un municipio con graves carencias. Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el 61.5 % de la población de Chimalhuacán vive en pobreza, cifra que aumentó un 25 % en el último año, alcanzando a 493 mil habitantes en 2024.
Mientras tanto, los servicios públicos muestran un deterioro alarmante:
Falta de agua potable en colonias como El Ejido de Santa María.
Calles llenas de baches que dificultan el transporte y la recolección de basura. ’Centros ’Deportivos abandonados, con albercas sucias y regaderas inservibles. El parque El Chimalhuache y la granja Chantlalcalli han perdido gran parte de su fauna, y el lago artificial sufre fugas que afectan la vida acuática.
La inseguridad también ha escalado, ubicando a Chimalhuacán como el segundo municipio más peligroso del Estado de México, según el Secretariado de Seguridad Ciudadana.
El impacto de la Feria de la Aceituna
La ’Feria de la Aceituna’ no sólo es una tradición profundamente arraigada, sino una oportunidad económica para las familias de aceituneros originarios. En ella participan artistas locales sin cobrar, fortaleciendo el sentido de comunidad y preservando las costumbres del pueblo.
Habitantes lamentan que, en lugar de destinar recursos a resolver problemas esenciales como agua potable, pavimentación o seguridad, el gobierno municipal busque competir con una feria que ya tiene un lugar ganado en la identidad de Chimalhuacán.
’La Feria de la Aceituna es del pueblo, no de los intereses del ayuntamiento. Que respeten nuestras tradiciones y nos apoyen en lugar de dividir’, expresaron vecinos de Xochiaca.
Un llamado a la presidenta municipal
Los ciudadanos exigen que el ayuntamiento deje de interferir en la ’Feria de la Aceituna’ y apoye a los productores originarios para preservar este evento cultural y económico, en lugar de destinar recursos a una feria paralela. Además, demandan que la presidenta Flores Jiménez enfoque su gestión en resolver las necesidades urgentes del municipio, pues el prometido ’cambio’ no se refleja en mejoras tangibles para los habitantes.
Con calles deterioradas, inseguridad al alza y servicios públicos deficientes, el pueblo de Chimalhuacán clama por acciones reales, no por la imposición de una feria que consideran ajena a sus tradiciones.