Adriana Salazar
CIUDAD DE MÉXICO. - Cabo l.M. Bruno Alonso Avendaño Martínez, Oaxaca 2018; Porfirio Galván, lxtapaluca,´Estado de México 2012; Minerva Vera Alvarado, Oaxaca, 2006; Jesús Piedra, Monterrey, 1975; Benjamín Maldonado Santos, CDMX, 1978; Francisco Mercado, Cd Juárez, 1977; Edmundo González y Patricia Chagala, Acapulco 2017; Diego Alonso Hernández, Mexicali, 2007; Verastegui Escobedo y Verastegui González, Parras, Coahuila, 2009; Leticia Galarza Campos, 1978, CDMX… son algunos nombres de los cerca de 200 mosaicos nuevos que hoy decoran el frente de la Fiscalia General de la República con las leyendas de ’Fue el Estado’ ’Nos faltan’ ’No me violentes, no me rompas, es el recurso de las familias, PGR cuídame, hasta encontrarles CDMX’. Son los reclamos sociales representados por una pequeña parte de los desaparecidos de este país desde el año de 1977 a la fecha, reclamos contra casi todos los ’Estados’ del país, principalmente Estado de México, Oaxaca, CDMX, Guerrero, Nayarit, Tamaulipas, migrantes extranjeros, Chihuahua, Tijuana, Nuevo León, Coahuila, Veracruz, Mexicali…
Una serie consecutiva de huellas que desaparecieron sin rastro y a los que las autoridades nunca dieron una certidumbre a sus familias, simplemente se los trago la tierra. No hay mucho que adivinar, el dolor de la ausencia es insuperable, la frustración es un suicidio moral, el enojo una limitante social que impide que los mexicanos puedan evolucionar, la falta de respuestas congruentes como si fueras un deficiente mental o la carencia de competencias de las autoridades, o su soberbia para explicarte objetivamente la situación, los procesos, o las responsabilidades ideológico políticas que tenemos que debatir o auspiciar en este país de acuerdo a las necesidades individuales y profesionales. Todos somos padres de alguien, todos somos hijos de alguien. El que pierde un hermano, no lo esperaba, tiene miedo. La autoridad que recibe al padre de un desaparecido hijo, también tiene hijos, y también tiene padres, por ende también tiene miedo; entonces, ¿que pasa? ¿La autoridad no puede ayudarme? ¿Qué lo limita? ¿Su vulnerabilidad humana? Y entonces ¿Qué pasa con los Sistemas de seguridad de este país? ¿Qué pasa con los perfiles de competencias de este país? ¿Qué pasa con los derechos humanos y la dignidad de los mexicanos? ¿Y que hacemos con las Comisiones de Derechos Humanos que no son más que un payaso jugando al malabarismo en el metro, con una mano agarra al padre del desaparecido 00253 y con la otra mano agarra al secuestrador 00550 que fue agredido, y con la cabeza va empujando a la autoridad que hizo caso omiso, y con las rodillas malabarea con el periodista que intentó ayudar, mientras que en el camino ya se le estrellaron unos cuantos.
¿Qué pasa en este país? ¿Qué desastre es este? ¿Dónde están? ¿Dónde estuvieron? ¿Tienen frío? ¿Tienen miedo? ¿Están heridos? ¿Están sufriendo? ¿ ya murieron? ¿Cuántos siguen sufriendo? ¿Cuántos perdieron la conciencia? ¿Cuántos nunca volverán porque sus cuerpos fueron alterados y su conciencia robada? ¿Cuántos fueron víctimas de trata?
Es ya más bonito ver que un león mata a otro león en la selva, o un cowboy le saca las pistolas a otro, que darle un beso a tu esposo y mañana ya no lo ves! Fum! Se esfumó! No está! ¿Cómo así? Estabamos platicando y ya no está!! ¿Cómo así? ¿Cómo así que ya no encontramos a las personas víctimas de trata de blancas?
Yo no quiero decirle pendejo a un funcionario, no quiero decirles pendejos a los funcionarios, no quiero ’ofender’ al Estado… pero, ¿Por qué me dicen y me tratan a mí como pendejo? ¿Por qué me dicen a mí hijo pendejo? ¿ Porque me dicen a mí, familia del desaparecido, pendejo? ¿Por qué me dicen a mí pueblo pendejo?
¿Por qué se subestima el funcionario? ¿Por qué me subestima a mí?
Esos son los reclamos inquisidores de las familias de desaparecidos, esas son las preguntas que necesitan respuestas! Nadie puede ir a descansar mientras no saben donde están sus esposos e hijos. Esos señalamientos están en la glorieta insurgentes frente a la Fiscalía General de la República, están también en puentes peatonales ’nos están matando’, están en pancartas, paredes, en los muros de aulas escolares universitarias, en jardines, en fuentes, en esculturas!! …¿Cómo así? Más fotos de desaparecidos en la glorieta de reforma del ahuehuete, en reforma, en revolución, en marchas del silencio! ¿Cómo así? Sólo necesitan respuestas inteligentes!! Solo necesitan argumentos congruentes, ’certidumbre’ , son niños, son hijos, son padres, son policías, militares, son también funcionarios, clerigos, estudiantes. ¿En dónde están? ¿Quién nos cuida? ¿Quién se lleva nuestras cabezas? ¿Qué le pasa a la sociedad que conscientemente aplaude y bullea a la gente? ¿ Que le pasa a la sociedad que nos matan en público y nadie dice nada? ¿En donde se perdieron las huellas de nuestros desaparecidos?