(Grupo Ecuménico)
Hc_10,28 ’Pedro les dijo: —Ustedes saben que a un judío le prohíbe su religión tener tratos con extranjeros o entrar en sus casas. Pero Dios me ha enseñado que no debo llamar profano o impuro a nadie.’
Hablemos de religión sólo en caso de que quieras, pero en todos los casos hablemos del amor.
Si quisieras saber con humildad sobre la religión que practico, con gusto te doy razón de ella, pero si no quieres saber; lo más importante, es que podemos entendernos hablando del amor, de lo bueno, de la misericordia, del perdón, de la necesidad de sanar el interior, de la compañía, de la cooperación, de la bondad, de la esperanza, de la alegría, de lo verdaderamente edificante, del regalo de la vida, de lo que nos une en bendición.
Son muchas más las cosas que nos unen que las que nos dividen: somos hombres mortales, ambos enfrentamos el envejecimiento, la enfermedad y los accidentes en diversos momentos de la vida, las presiones de la economía, la necesidad de progresar, el afecto de nuestra familia, los temores naturales, los sentimientos negativos y las ilusiones de progreso, las decepciones y a veces la soledad, pero en todo ello estamos hechos de la misma materia y naturaleza. Por ello quiero que cuentes conmigo como tu amigo, como tu compañero de vida, como tu aliado, no como tu enemigo. También tengo problemas y anhelos como tú, por lo cual quiero ser fruto de bendición para ti y que tú lo seas para mí, aunque practiquemos diferentes religiones.
Mat_12,25 ’Jesús, que sabía lo que estaban pensando, les dijo: ’Todo país dividido en bandos enemigos, se destruye a sí mismo; y una ciudad o una familia dividida en bandos, no puede mantenerse.’
1Co 1,13 ’¿Acaso Cristo está dividido? ¿Fue crucificado Pablo en favor de ustedes? ¿O fueron ustedes bautizados en el nombre de Pablo?’
Dios padre de amor: en tus benditas manos colocamos a todos tus hijos, a los que están lejos y a los que están cerca, a los que sufren y a los que están en gritos de júbilo, a los que están moribundos y a los que están por nacer, a los que practican una religión u otras, para que nos unas a todos en tu amor y en tu verdad, para que desarmes nuestro corazón y apartes de nosotros toda división y todo prejuicio mal fundado, para que nuestros corazones sólo se reconcilien en tu amor que todo lo sana y lo supera. Te pedimos por los méritos de la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo que nos hagas uno solo, para que todo el mundo crea.