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Trascendencia de una detención

Trascendencia de una detención
Política
Febrero 24, 2021 13:15 hrs.
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Gato de Barrio › Informativo Nacional

Más allá de la sorpresiva detención de Emma Coronel Aispuru, última esposa de Joaquín ’El Chapo’ Guzmán, en Estados Unidos, debe entenderse que es la primera acción en contra del crimen organizado por parte del gobierno que encabeza Joe Biden, así como la trascendencia que generará esta acción.
Debe considerarse que la captura de la exreina de la belleza en Sinaloa, realizada en el aeropuerto en el aeropuerto internacional Dulles, en Virginia, fue un operativo desarrollado por el FBI, no por la agencia antidrogas estadounidense, la DEA, bajo los cargos de conspiración por narcotráfico internacional, introducir a Estados Unidos diversos tipos de drogas y además se le imputa el intentar ayudar a escapar a su esposo en Almoloya y en otras ocasiones.
Aunque Emma Coronel nació el 3 de julio de 1989 en California, su infancia y la mayor parte de su vida la pasó en La Angostura, Sinaloa, en la parte conocida como El triángulo dorado; además de presuntamente ser sobrina del capo Nacho Coronel –ella ha dicho que ni si quiera lo conoce–, su padre Inés Coronel Barrera y su hermano mayor, Omar, se dedicaron en algún momento a la siembra de maíz y frijol, ahora ambos está detenidos por narcotráfico.
A los 17 años, cuando fue coronada como la Reina del Festival del Café y la Guayaba en Canelas, Durango, conoció a El Chapo –quien le lleva 35 años de edad–, y tres años después tuvieron a las gemelas y se casaron en una boda sencilla el 2 de julio de 2007.
A Emma –quien es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Sinaloa–, es que en sus constantes visitas al Chapo no solo funcionó como enlace con sus lugartenientes para seguir al mando del Cártel de Sinaloa, sino que también participó en la organización de su fuga del penal de máxima seguridad del Altiplano y que pagó a funcionarios para preparar un segundo escape que se frustró al ser extraditado.
Aunque el FBI ya tenía al menos dos años de seguirle la pista a Coronel –quien tiene la doble nacionalidad–, y a pesar de los indicios de su participación en el tráfico de drogas y en la fuga del capo, aparentemente en México no existía ninguna investigación en su contra, motivo por el cual ella viajaba constantemente sin problemas entre ambos países hasta su detención.
Resta esperar a ver cómo evoluciona su proceso legal, después de habérsele dictado orden de formal prisión –donde sus abogados son Jeffrey Lichtman y Mariel Colón Miró, mismos de Guzmán Loera–, para anticipar la respuesta de las nuevas autoridades norteamericanas para combatir al crimen organizado mexicano.

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