Una  nueva lectura de los mitos llegará a Expoartesarnías con "Arte Vivo"


La colección ’Atrapar, calar, tejer mitos’ reunirá a 16 artistas y 44 artesanas y artesanos en procesos de co creación colaborativa desarrollados en territorios de todo el país.

| | Desde MUNDO EJECUTIVO
Una  nueva lectura de los mitos llegará a Expoartesarnías con "Arte Vivo"
Economía
Diciembre 03, 2025 06:36 hrs.
Economía ›
Enit Daza › MUNDO EJECUTIVO

Corferias será escenario de la edición 35 de Expoartesanías, la feria artesanal más importante de Latinoamérica, que reunirá a más de 1.000 expositores. Como parte de su programación, el evento presentará Arte Vivo, el programa de creación colaborativa que exhibirá la colección ’Atrapar, calar, tejer mitos’, un recorrido por narraciones ancestrales reinterpretadas desde el arte y la artesanía.

’Expoartesanías será el escenario de Arte Vivo, una iniciativa que une a artesanos y artistas para dar vida a obras únicas e irrepetibles. Su propósito es acercar el arte contemporáneo a la artesanía, impulsando técnicas tradicionales en un marco artístico que enaltece y dignifica a sus creadores.’ Afirmó José Rafael Vecino Oliveros, gerente encargado de Artesanías de Colombia.

Frente a esto, Laura Silva,  jefe de proyecto de Corferias, comentó que, ’Arte Vivo nos recuerda que los mitos no son relatos del pasado, sino fuerzas vivas que siguen organizando la manera en que habitamos, trabajamos y soñamos el territorio. Esta colección nace del encuentro entre artistas y artesanos que decidieron escuchar, aprender y co crear desde lo que permanece’.

Arte vivo: un espacio donde el arte, el oficio y el pensamiento ancestral se entrelazan
Es un programa de Artesanías de Colombia que impulsa procesos colaborativos entre artistas contemporáneos y maestros artesanos para desdibujar las fronteras entre arte, artesanía y arte popular. Su enfoque se basa en la creación conjunta, donde la técnica, el territorio y la memoria construyen obras que integran tradición, investigación y experimentación.

’Atrapar, calar, tejer mitos’ reúne la participación de 16 artistas y 44 artesanas y artesanos  de  territorios  como  La  Guajira,  la  Chambra,  Tumaco,  Cartago, Putumayo, Barichara, Sampués, Vichada, Pasto, Popayán, Tabio, Chía, Fúquene y Bogotá. La muestra se estructura a partir de los mitos elementales, entendidos no sólo como relatos fundacionales, sino como formas de pensamiento que permiten comprender el territorio y la relación entre los seres humanos, la naturaleza y lo sagrado.

Las 47 obras que se exhiben integran técnicas como tejeduría ancestral, bordado, calado, frivolité, barniz de Pasto, tapia pisada, tintorería natural, cerámica, nasas de pesca, cestería, papel artesanal grabado, tejido en crochet y lutería. Cada pieza expone un encuentro entre saberes, materiales y memorias que transforman el mito en gesto, objeto y experiencia.

Obras destacadas del recorrido
Portal Nocturno, de Álvaro Diego Gómez, Dionicia Pushaina y Adeinis Boscán (Wayúu, Maicao): Obra tejida que parte del mito Wayúu de Walekeru, la mujer araña que enseñó a tejer. Los patrones representan el tránsito entre la noche, el sueño y el mundo espiritual. El tejido funciona como un ’portal’ que conecta dimensiones y protege la memoria cultural del pueblo Wayúu.

Nutrir el vacío, de Ana Milena Gómez y Ana Elsa González, Olivia Giraldo, María Ligia García maestras bordadoras de Cartago:
Serie de dechados, muestras de bordado usadas para aprender puntadas; reinterpretados para hablar del cuidado, la enseñanza y el oficio como lenguaje compartido. Cada pieza muestra cómo el vacío del lienzo se llena con historias familiares, disciplina y afecto entre maestras y aprendices.

Oioioioioioio, de Andrés Matías Pinilla, Agustín Tenorio y el Taller Críspulo Ramos, Fundación Tumac (Tumaco): Instalación con bombos y cununos ensamblados como constelación, mostrando el proceso completo de la lutería del Pacífico. La obra revela cómo la construcción del tambor está ligada a afectos, comunidad y transmisión oral. Es un homenaje a las manos que dan forma al sonido del territorio.

Ensamble de caminos a catorce manos, de Cristina Figueroa y el Taller de Fonquetá, Rosa Torres de Cifuentes, Antonia de Cárdenas, Claudia Sofía

Velásquez, Martha Briceño, Isabel Cárdenas, Marina Cárdenas (Chía): Tapiz construido a catorce manos con archivos reales del Taller, moldes, vestidos, dibujos y fotografías, que reconstruye décadas de trabajo colectivo. La obra muestra cómo distintas generaciones de artesanas han formado un cuerpo común de saberes. Es memoria viva del oficio y del territorio.

Empujar el suelo, de Estefanía Guarquín junto a José Moreno, Jesús Moreno y Mónica Robles (Barichara): Esculturas hechas en tapia pisada, técnica ancestral de tierra compactada; que parten de movimientos del cuerpo, como deslizarse o impulsarse. La obra transforma gestos humanos en estructura, preguntándose cómo habitamos y moldeamos el paisaje.

Boca de mundo / Ümëru / Tëpü, de Jean Bernier Sabogal y Delcia Fuentes, Sandro Fuentes, Yerlian Fuentes, Richard Dorantes de la comunidad de Matavén (Vichada): Tres esculturas hechas con nasas, trampas tradicionales para atrapar peces, inspiradas en mitos del territorio de Matavén, donde la vida nace dentro de ’contenedores’ naturales. Las formas hablan de origen, permanencia y creación dentro del territorio río-comunidad.

Hospitalidad-Habilidad-Pensamientos, de Sebastián Mesa y las artesanas Liliana Grueso, María Cecilia Dura Perdiaga, María Nilsa Grueso, Dela Carmen Ismare y Sevilio Valencia de la comunidad  Eperaara Siapidaara del Cauca: Una serie construida a partir de objetos icónicos de la artesanía tradicional Eperaara Siapidaara, como el canasto tetera tradicional; reinterpretados para narrar los mitos del mono, el pez y la araña.

La primera pieza muestra cómo el mono enseña la siembra y la agricultura; la segunda, inspirada en formas tubulares, retoma al pez como símbolo de transformación; y la tercera, tejida como una flor abierta, representa la habilidad de la araña para ordenar y crear. Al unirse las obras, muestran cómo estos seres transmiten saberes esenciales sobre el territorio y la vida.

Medir el aire, De Sofía Lozano,Víctor Otero y Elida Polo (Sampués): Esta obra replantea los objetos de medición, como reglas o escalas, mostrando que no solo miden, sino que definen cómo se entiende el mundo. Las piezas están elaboradas en caña flecha, fibra tradicional de Sampués, lo

que rompe con la idea de precisión rígida y propone una noción más sensible de lo que significa ’medir’. Al cambiar los materiales y las técnicas, la obra cuestiona la supuesta objetividad de las métricas estándar y abre la posibilidad de relacionarnos con el tiempo, el espacio y el cuerpo desde saberes locales.

Atarraya fantasma, de Micaela Ortega y Alec Niño (Bogotá): Una red de pesca real que muestra el daño que causan las atarrayas abandonadas en el mar, que siguen atrapando peces por años. La obra funciona como denuncia y como memoria del impacto ambiental escondido bajo el agua.

Tramas de la tierra, de María Alejandra Torres y Anyi Ballesteros (Popayán – Agroarte): Esta serie utiliza tintes naturales extraídos de la hoja de coca, ’pajarita caucana’ en El Tambo, para recuperar historias sobre el respeto a la naturaleza y las consecuencias de no cuidarla. Los tejidos revelan colores que nacen de plantas con memoria en sus raíces, troncos y flores, mostrando su vínculo profundo con la tierra. La obra busca desestigmatizar la coca desde su uso ancestral y propone nuevas narrativas donde artesanía, arte y diseño dialogan desde el territorio.

Devoción, de Irene Méndez con Camilo Prada y Lucía Prada (La Chamba): Pieza inspirada en el mito pijao de creación, donde la tierra y la luna se reflejan para originar la vida. La obra usa una múcura —vasija ancestral de cerámica negra que simboliza el vientre y el agua— para representar el cascarón que guarda la continuidad del ciclo vital.

Hubo un tiempo que no fue mito, de Pía Castro junto a Carmela Agreda Juajibioy, Janne Cerón Ágreda, artesanas Kamentsá (Sibundoy), Gloria Ángela Rodríguez y Daniel Felipe Hurtado Sánchez: Instalación tejida en telar vertical con símbolos y prendas Kamentsá que evocan la tulpa (fuego ritual) y la palabra comunitaria. La obra muestra cómo el mito es práctica viva, no pasado: un tejido que convoca memoria, espiritualidad y futuro.

Cuchavira, de Estiven Castro, Valerio Serrano y María José Rincón (Tabio): Tres obras que narran el ciclo Muisca del agua: su nacimiento, su vínculo con la humanidad y su regreso al origen. Combina tejido, cerámica e ilustración para mostrar la importancia espiritual del agua en este pueblo.

Cincuenta veces cacica, de Siu Vásquez y artesanas Taller De Papel Fundación San Lorenzo Barichara: Construida en papel artesanal y grabada en punta seca, esta obra surge de un ejercicio riguroso de repetición: cincuenta versiones de la figura de la Cacica. El gesto de tejer, grabar y volver siempre a la misma imagen se convierte en un acto ritual que transforma la materia lentamente. La pieza reflexiona sobre la memoria, la persistencia y la fuerza simbólica de una figura femenina que se reafirma cada vez que se repite.

Poporo Cacica / Poporo Cacique, de José Pérez Tello con Germán Obando (Pasto): Estas piezas unen la estética de la orfebrería quimbaya con la técnica del Barniz de Pasto, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Reinterpretan el poporo, un recipiente ceremonial usado por pueblos indígenas para guardar la cal que activa la hoja de coca durante el mambeo, práctica ritual en la que se mastica coca con cal para abrir la palabra, pensar colectivamente y conectarse con el territorio. Las figuras antropomorfas recrean este objeto sagrado desde la madera y el mopa-mopa, creando un puente entre las tradiciones prehispánicas y una lectura contemporánea del cuerpo, la memoria y la espiritualidad.

Reposar- Sostener, de Vanessa Nieto y Flor Briceño de Fúquene (Cundinamarca): Desde una tejeduría colectiva y afectiva, Flor Alba Briceño y Vanessa Nieto crean colchones de juncos, tierra, fique y algodón: superficies para yacer, pausar, sostener; lechos de tierra, lechos de cuerpos. Flor, artesana y mujer sabedora de la vida, la tierra y la siembra; de los juncos, la enea y el agua de la laguna de Fúquene, construye un telar con maderas vestigio de lo doméstico: tablas de camas, cercas y pasados habitares que ahora sostienen fibras.

Los visitantes podrán conocer estas obras y explorar la colección completa durante los 14 días de Expoartesanías 2025. La preventa de boletería ya estádisponible hasta el 4 de diciembre por un valor especial de $18.000 para el público general mayor de 12 años.

Ver nota completa...

Escríbe al autor

Escribe un comentario directo al autor

Una  nueva lectura de los mitos llegará a Expoartesarnías con "Arte Vivo"

Éste sitio web usa cookies con fines publicitarios, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de uso de cookies.